Acabo de mirarme al espejo, esta vez no para ver mi físico o mis imperfecciones.
Si no para verme a mi.
¿Y sabéis lo que he visto?
A mi gritándome.
Desde hace tiempo que me grito ante el espejo y no me oía.
Se acabó.
Digan lo que digan los médicos se acabó.´
Voy a recuperar mi vida.
Y si ello conlleva romperme, al menos, tendrán que arreglarme, no que si estoy medianamente bien, prefieren atender a los mas urgentes.
Pues me vais a oir.
Yo no soy de las que se quedan en casas resignadas.
Yo soy de las que gritan encima de un escenario y por cierto, me encanta.
Ya basta.
Mañana me levantaré para ser otra, para ser yo.
Un médico que me ha visto menos de 3 minutos en una consulta no me va a decir lo que es mejor para mi.
Eso lo decidiré yo.
Decid adiós a la antigua Nana y conocer a la antigua Celia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario