Rutinas.

Teníamos la rutina de llamarnos, de vernos todos los viernes en tu casa y los sábados en la mía, los domingos para estudiar.
Teníamos la rutina de seguir durmiendo cuando el otro llegaba a su casa.
Y cuando te dejé, lo mas difícil fue romper con todo.
En cuanto hice nuevas rutinas, ya dolió menos, en cuanto todas mis tardes estaban ocupadas, solo te echaba de menos de noche, aquella llamada antes de dormir.
Y es cierto que la mejor manera de superar una relación extensa es manteniendote ocupado, pero siempre hay detalles que te rompen.
Te olvidé el día en que antes de dormir no esperé secretamente a que mi móvil vibrara bajo mi almohada.
El tiempo no lo cura todo.
Si hubiera seguido sin hacer nada, sin crear una nueva vida sin ti, el tiempo no me habría curado.
Así que, voy a crear mi nuevo método de superación de relaciones.
Nuevas rutinas, paciencia y tiempo.

Espero que no tengáis que crear nuevas rutinas para poder ser feliz y seáis felices tal como estáis.