lunes, 26 de julio de 2010

Recuerdos a la luz de la luna

Camina descalza.
El mar le salpica los pies acariciándola como si de una musa se tratase.
Mira el mar, aún con lágrimas en el corazón de última derrota y agacha la cabeza.
Se levanta y comienza a quitarse la ropa en una noche fría de primavera a las orillas del mar con la luna alumbrando para que las estrellas la vean mejor.
Está desnuda y una leve brisa acaricia su cuerpo haciendo que tenga un escalofrío.
Se acerca al mar, su fiel confidente y se funde con él en un abrazo.
Tiene frío,sonríe, en sus mejores momentos siempre ha tenido frío.
De nuevo recuerdos de antiguas batallas le llegan a la mente como una tortura que la acecha a cualquier hora, sale del agua y la arena cálida la acoge como quien abraza una muñeca rota.
Y se queda ahí, mirando todos los ojos del cielo que la han visto en mejores y peores momentos.
Los observa al igual que ellos a ella, e intenta recordar buenos momentos en los que esos ojos la protegieron y la guiaron. ¿Cuando la habían abandonado?
Lágrimas recorren su rostro.
Se gira y ve su ropa tirada en la arena, comienza a ponerse la ropa interior, luego la camiseta y se tumba de nuevo.
Sus pantalones ahora son su almohada.
Está demasiado cerca de la orilla y las olas le besan mientras duerme.
Pasan las horas y ella sigue ahí, sin fuerzas para moverse, sin querer sacar fuerzas para seguir.

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