miércoles, 4 de agosto de 2010

Déjame.

Déjame entrar en tu mente, no me cierres puertas, mírame a los ojos, déjame que descubra donde están escondidos todos los momentos pasados juntos.
Déjame que encuentre la chispa que hizo que me miraras, el impulso con el que me cogiste la mano, me besaste, o me abrazaste por primera vez.
Déjame que vea cada lágrima caída, cada fracaso, para comprenderte.
Déjame que intente que mi dolor se compense con un beso, un abrazo, una mirada tuya.
Déjame que olvide una vida para empezar a crear una vida juntos, sin dolor.
Pero por favor, no me dejes nunca.

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