domingo, 26 de febrero de 2012

Luna

Naciste un día frío de invierno.
Fuiste la segunda y cuando te ví supe que algo pasaba.
No respirabas, fui corriendo y comencé a darte un masaje cardíaco.
Ni te imaginas la felicidad que me recorrió cuando escuché tu primer llanto.
Vivías, estabas aquí para quedarte, tan blanquita.
Te cogí y te dí calor.
Una semana después me era imposible que me separan de ti.
El primer bibi te lo di yo.
Abriste los ojos, y la primera que te vió esos ojitos, fui yo.
Esos que ahora mismo, después de 3 meses me siguen mirando con todo su amor.
Porque tu eres mi bebe, digan lo que digan, mi pequeña Luna.
Tu papa adoptivo y yo, te queremos muchísimo.
Incluso no me importa levantarme a las 6 y media para sacarte, puedo verte jugar.
Serás mi perfecta compañera.

No hay comentarios: