domingo, 14 de marzo de 2010

Miedo escénico.



Sabes que tienes que salir.
La gente está esperando, quizás no hayan venido a verte a ti todos,pero algunos sí.
Debes salir, debes hacerlo lo mejor que sepas, por ellos.
Demasiada presión.
Los focos estarán apuntándote.
La garganta se seca y ni toda el agua de los bastidores podrá mojar si quiera el rio seco que es mi garganta.
Es mi turno, debo salir.
Mis piernas se mueven pero el resto de mi cuerpo está gritándole que paren.
Cuando entro en escena miro al público, ¿Qué está pasando? ¿Por qué me están mirando? Idiota, acabas de entrar.
Empiezo y todo va bien.
Mi cuerpo tiembla.
Poco a poco los focos ya no me abrasan cual sol al vampiro.
Y una sonrisa se va dibujando en mi rostro o en mi corazón.
Casi siempre sale bien.
El miedo es bueno si no es en exceso.
Y como siempre dice mi mitad, todo es bueno si no es en exceso.

Feel the magic

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